Fernando Sabag Montiel, con la ayuda de su novia, Brenda Uliarte, intentó matar de un disparo a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner la noche del 1 de septiembre, en Recoleta. Sin embargo, el plan comenzó a gestarse el 22 de abril. Esa es la hipótesis que manejan los investigadores, sobre la base de los mensajes de texto encontrados en los teléfonos celulares secuestrados en la causa.
El dato se desprende del auto de procesamiento dictado por la jueza María Emilia Capuchetti en contra de la pareja (hay otros dos detenidos en la causa).
Seis meses antes del intento de magnicidio, Uliarte le contó a una amiga, Serena, que se había conseguido un arma. Sin embargo, en esa ocasión, afirmó que tenía otro objetivo. "Tengo un fierro; lo compré porque mi ex está jede (pesado)”, le dijo.
Tiempo después, el 4 de julio, le reveló a Agustina Díaz -también detenida en la causa- cuáles eran sus verdaderas intenciones. “Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina… me dan los ovarios para hacerlo … el tema es cómo, porque la vieja tiene seguridad”, escribió, según consignó Infobae.
Para la jueza Capuchetti, toda esta circunstancia “pone de relieve que, para esa época, Uliarte ya había tomado la decisión de atentar contra la vida de la Sra. Vicepresidenta, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, iniciando así el curso del plan al cual solo le bastaba definir las circunstancias de modo, tiempo y lugar de su ejecución, lo cual ocurrió posteriormente a partir de la inteligencia que tanto ella como Sabag Montiel realizaron en días previos al atentado”. En el informe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria aparecen numerosas fotografías de ella manipulando la pistola que posteriormente fuera secuestrada en el lugar del ataque.
El 5 de julio, Brenda charla con otro contacto llamado “Nacho”. “Para limpiar Argentina hace falta que corra sangre… De poder, se puede; hay que encontrar la manera”. Y, sobre la idea de un sicario, añadió: “No necesito pagarlo, yo puedo serlo (hacerlo)... Sé usar un fierro, no soy francotiradora, pero algo es algo… Hay que encontrar un hueco, ser estratega”. Nacho, que la leía del otro lado, le dijo que no hiciera eso, que estaba delirando.
"¿Sabés que hace falta? Un francotirador"
El 23 de agosto, Sabag Montiel y Brenda Elizabeth Uliarte hablaron para avanzar con el plan de instalarse frente a la casa de Cristina Kirchner.
“Me contestó el tipo del alquiler de Recoleta. Para el sábado tenemos que verlo y dice que no tiene… Eh… No sé, tiene que coordinar varias entrevistas y que le dejen una seña viste... Que sé yo, así que le dije que íbamos a tener plata para dejarle una seña”, afirmó el hombre de 35 años. “¿No te gusta el depto (departamento)?”, le preguntó Brenda. "No me gusta el depto, el pelo sí. Cristina y la gente está reunida en Recoleta. Para pegarle un corchazo”, responde Sabag Montiel.
Y ahí se escucha el audio de Brenda diciéndole. “No, amor, laburamos esta semana y el sábado vamos y le dejamos una seña, ya fue…Alto depto ese de Recoleta amore, si vieras dónde vive Cristina entendés, Cristina vive en Recoleta, estamos re cerca de la mina. La podemos hacer pija, eh…Sí, hay que ir y pegarle un corchazo ¿Sabés que hace falta? Un francotirador, viste que la mina se pone en el balcón, hace falta ahí y ¡pimba!, un tiro en la cabeza, hacerla mierda…”, afirmó.
El plan abortado el 27 de agosto
El 27 de agosto fue el día del escándalo de las vallas, en medio de la polémica por el pedido de condena de 12 años contra la vicepresidenta en la causa "Vialidad", la congregación de militantes en Recoleta y el operativo de seguridad dispuesto por el Gobierno porteño.
Según los informes que aparecen en la causa, los acusados también trataron de matar a Cristina Kirchner en esa oportunidad, cuando la ex jefa de Estado salió a saludar a sus seguidores.
“No, ya se me… metió adentro y el escenario y el anfiteatro lo sacaron, y estuvo… le toqué la espalda a Axel Kicillof y se metió a un Toyota Etios eh y se fue, un quilombo, y ella está ahí metida arriba, pero no creo que salga así que ya fue, deja, voy para allá, no traigas nada”, dice Sabag Montiel, aparentemente aludiendo a la pistola Bersa.
Uliarte le responde: “Estoy llegando a casa”. Pero su novio insiste: “Al pedo q vengas…No va a salir…Ya se metió adentro”.
La joven se lamentó. “Que hija de puta la Cristi…Se da cuenta”, dijo. Sabag Montiel contestó: “No, no es que se da cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N y hay poca gente, y la gente ya se está yendo, y el momento era ese, ahora ya es tarde, o sea ya son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido ¿Entendés? Después vamos a ver en la tele a ver qué pasó porque cuando ella se metió acá, la siguieron y ahí tendría que haber sido”.
En el intercambio, Sabag Montiel revela el plan que ejecutaría poco después. “Que gracia me dan todos esos putitos ahí sacándose fotos, cholulos, haciéndose los peronistas con la “V” vos llegas a tirar con el fierro ahí y llegas a arrancar a los tiros ¿Vos sabes cómo salen todos corriendo? Pánico, el caos que se genera. O sea, es muy difícil… O sea, si yo disparo, después de los tiros van a saber que yo tengo el fierro, voy a tener que sacar el cargador y me van a tener que sacar el fierro, pero no van a tener las balas, entonces eh me van a cagar a piñas, pero más de uno, a ver, me pueden agarrar entre varios, pero otros van a correr y va a ser muy difícil, qué sé yo”.
Brenda le respondió: “Ya llegué amor… ¿Vos decís que no te van a agarrar? La onda es que metas el corchazo y te escapes”.
Finalmente, el plan se llevó adelante el 1 de septiembre. La pistola Bersa falló. Y Sabag Montiel no pudo escapar.